La respuesta está en el presente, no en el pasado.

 ¿Qué sería de nosotros si no tuviéramos el valor de afrontar nuevos desafíos, nuevos sueños, y plasmar nuevas ilusiones?

Creer es moverse, es la fe es el camino. Para llegar, hay que continuar y hay que perdonar para seguir. El corazón quiere vivir el presente, fortaleciendo el espíritu, que nos hace jóvenes en cualquier edad, con el esfuerzo del trabajo de cada día. Son los años que descubren cosas que los días desconocen y esos años hacen grande a una empresa y una empresa se hace grande con los años.

 

 

Anoche se plasmo el sueño de una familia marplatense, viéndose reflejado en las flamantes y modernas instalaciones que inauguro la prestigiosa empresa “Juan Manuel Landa SA”, en una noche de muchas emociones. Calcadas en el sentimiento de cada palabra de su titular, agradeciendo todo el gran respaldo por estar viviendo ese gran momento junto a infinidad de amigos, empleados, colegas, familia.

En la vida hay muchas tristezas, pero las alegrías nos las que nos dicen que estamos vivos. En el coctel de la vida hay amigos incomparables y momentos inolvidables. Se noto, se vivió, se percibió. La presencia del Intendente del partido de General Pueyrredón, Guillermo Montenegro, no fue un detalle menor. Anoche, la cuenta espiritual de Juan Manuel Landa ganó en intereses, por estar, por ser, por tener, por ganar, por perder, por ir, por venir, por intentar, por errar, por conocer, por sentir. El mismo orgullo de hace más de medio centenar de años. Cincuenta y cinco (55) respaldando el crecimiento edilicio del partido de General Pueyrredón. La misma empresa, con otra imagen, otra impronta. La misma atención, con mayor confort. La misma responsabilidad , con más comodidades. La misma tecnología, el mismo servicio, más moderno.

 

 

Desde el corazón del barrio “Monolito”, para toda la ciudad y la zona, desde una ciudad que abraza a todos los argentinos y la industria de la construcción es una gran fuente laboral. Ahora, en esa tradicional esquina de Avenida Champagnat y San Martín, nuestros ojos verán un crisol de colores diferentes, con ese toque mágico de agradecer a tantísimos clientes.