Chau “Miguelito”. El barrio te va a extrañar. El pueblo del automovilismo no te va a olvidar. Los amigos propietarios de Citroën van a recordar a ese mecánico que no escatimo esfuerzo.

 

 

No sabes lo que me duele escribir estas líneas. Todavía no lo puedo creer. Dejas una huella muy grande en todos nosotros. Nunca se negaba a nada y cuando le pedias ayuda nada tenía que ver con su estatura, parecía un “gigante”, pero un gigante de verdad. No dejaba a nadie a pie. Nunca me prepare para este momento. Como escribir, si todavía lo no puedo creer. Me lo dijeron, pero para mí estas dando vuelta por algún rincón  de nuestra querida Mar del Plata. Eras pueblo. Fuiste un campeón amigo. Un crack de verdad “Miguelito”. Hoy te valoramos todavía mucho más, por todo lo que nos brindaste. Eras el que conocía más del barrio, la rueda de auxilio para cada vecino y siempre, diste todo sin pedir nada. De corazón. Nos mancomunaste en tu taller con cada asado.

 

 

Dejas una huella muy grande en todos nosotros. Fuiste el que siempre movilizó a la generación de la Promocional a correr con un Citroën.  En tus autos tuviste pilotos de fuste como Hernán Grotti, el “pulpo” Martín Mangono o Leo Fuente. Mancomunaste  a mucha gente para que esa leyenda se mantuviera unida, viva. El tiempo no es amigo. Pasamos muchas cosas, deportivas y de familia que nos unieron, pero nunca pensé en escribirte esta carta. Carajo, estás lágrimas no son joda, nace del corazón, lo que le está pasando a tantos amigos. Te fuiste en soledad, vos que fuiste amigo de todos, el que ponía una luz de esperanza a la vida, con ese valor de la palabra y el compromiso. Nunca te negabas a colaborar y había un chiste a flor de piel. Lo que es el destino, vos que pensabas en todos nosotros..nos dejaste en soledad…en la habitación de una clínica. Pero sabes algo Miguel, de algo estoy seguro…se que viviste y disfrutaste cada momento. Le pusiste vida a tu vida.

Me dijeron que te fuiste sabes..es increíble creerlo todavía. Fuiste un “pura sangre”, con sentimientos. En tu vida, cada amigo siempre fue importante. Te me adelantaste Miguelito. Todavía teníamos aventuras pendientes, muchos asados por compartir. El dolor de la muerte de tu hermano Guillermo, no te dejaba en paz. Fue mucho más que tu hermano… Lo sé…se que nunca te hubieras querido marchar. Que descanses en paz Miguel. Me dejaste tu sello, esa pureza que no se encuentra en todas las personas.

Su despedida será está tarde, de lunes, de 16 a 20 horas en la sala velatoria Roldán, de Avenida Luro y Funes.