Con una larga historia en la mecánica como preparador, innovador, nos dejó un amigo de todos, como creo que lo fue el querido “negro” Miguel Morelli, el de las mil y una anédoctas. El de tantos caminos recorridos.
 
 
Fue acompañante de “Cacho” Fangio en la victoria que lograron en la “Vuelta del Noroeste” y también en aquel vuelco en el “Desafio de los Valientes”, cuando no lo dejó abandonar a “Cacho” a pesar de tener un problema mecánico, que desencadeno en ese final, sin consecuencias físicas.
Destilaba nafta por sus venas. Mucha nafta compartida y dueño de un conocimiento relevante y avanzado. Se van a extrañar sus charlas.
Puro corazón. Era de los que nunca decían que no. El “negro”no tenía equipo. El “negro” era de todos. Fue ese sinonimo del que ayudaba a todo el que podía. Un colaborador incansable del automovilismo zonal, fuente de consulta. Pionero de las cafeteras y el TC del Sudeste.
Emprendió ese viaje del que no se regresa, pero seguirá vivo en nuestra memoria y corazón. Ahí se va a encontrar con su querido hermano “Jimmy”. Serán dos estrellas que van iluminar el mundo de los “fierros” desde lo más alto.
Para su hijo Martín, al que le armo un auto “fantástico” para que corra en el Turismo Special de la Costa (TSC), desafiando lo tradicional en el zonal, nuestras condolencias, lo mismo que para toda su familia.
Se nos fue un amigo del automovilismo. Descansa en Paz “negrito” querido, que tu Alma lo merece, QEPD.