“No tengas miedo de los nuevos comienzos, de las nuevas personas, de las nuevas energías y de los nuevos entornos. Solo abraza las oportunidades nuevas”. Esta es una frase que tranquilamente podría sintetizar el paso de Diego Ciantini por el Súper TC 2000. El jovencito de Balcarce, con tan solo 22 años, tomó la responsabilidad de reemplazar a Juan Manuel Silva en el equipo Honda. Lo hizo por dos carreras, ya que el Pato fue a competir al Dakar, y lo hizo de manera perfecta. A Diego no le pesó el compromiso. En Río Cuarto terminó sexto en la carrera clasificatoria y octavo en la final. En Paraná fue tercero y abandonó por problemas técnicos cuando venía en el lote de punta.

 

 

Su tarea en el fugaz paso por el Súper TC 2000 no pasó desapercibida. Las miradas estaban puestas en el balcarceño que entraba en un mundo totalmente desconocido para él. En un corto plazo, y en plena competencia, debió conocer un auto como el del Súper que no es fácil de manejar. Realizó una tarea de menos a más y sin equivocaciones. Respetó y fue respetado. Debió luchar bien arriba con protagonistas que está definiendo el campeonato y ese no es un dato menor.

No hay dudas que el hijo del “Bocha” tuvo un crecimiento importante en su corta carrera deportiva y se está abriendo su propio camino. En los primeros metros transitados dentro del Súper TC 2000 sus pasos quedaron grabados y eso le puede servir para levantar barreras y seguir avanzando. La posibilidad de integrase a la categoría en el torneo próximo está firme y de concretarse una nueva camada de chicos se van incorporando a la divisional. No hay dudas que Diego Ciantini aprobó el examen. No le tuvo miedo al comienzo, ni a las nuevas personas, ni a las nuevas energías y tampoco al entorno. Solo se abrazó a la oportunidad.

 

 

 

Fuente: carburando - Mauricio Mansilla