“Negro…contame una historia”.
La juventud se hizo presente el fin de semana en el autódromo “Miguel Atauri”, de Dolores, en la Categoría Promocional del Atlántico.
El “Cachorro” se hizo grande.
El pibe quiere escribir su propia historia.
Viene de la escuela de hijo, esa que hereda la sangre paternal.
Yo te vi en los boxes, en los brazos de tu padre, en el podio…
Hoy está en el inicio de un proyecto.
Hoy, comienza a tener su propio plano._
Hoy comparte la misma pasión que su padre, el “Puma”, le inculco, tal vez sin querer.
Es un aprendiz de piloto y él lo sabe, aprende en cada carrera.
Corre su propia carrera, para capitalizar experiencia.
En la última de Dolores, volvió a mostrar una superación personal, a lo fundamental que apunta.
Blas Acuña, tiene claro su objetivo.
El pibe sabe que en el momento menos pensado, será el momento más esperado.
“Los resultados vendrán con el tiempo”, nos decía con la ilusión propia de su juventud, sin otra trayectoria deportiva que manejar un auto con techo.
“Lo bueno es que corro sin presión…únicamente la que yo me pongo”, puntualiza, sabiendo que el tiempo es la única “medicina”.
Cuando termina de correr, el primero que llega con el abrazo reconfortante, cariñoso, estimulador es el “viejo”.
Blas estaba feliz, había superado un nuevo examen y no es poco.