Lionel Ugalde y su hermano Lisandro compraron la Chevy con la que Jorge Reymonte compitió en el Turismo Carretera en los ’90. El auto mantiene todas las piezas originales que usó en la última carrera.

 

 

A Lionel Ugalde, su hermano Lisandro y su primo Néstor Amorena los une algo más que el lógico enlace familiar. Los vincula también el amor por el Turismo Carretera y la nostalgia de aquellas viejas épocas de ruta donde soñaban con alguna vez poder formar parte de la categoría más popular de la Argentina.

La historia es conocida: Lionel no solo llegó a la “máxima”, sino que además se dio el lujo de ganar 6 veces y alcanzar un subcampeonato en 2011. Lisandro es el “cerebro” técnico del equipo. Mientras que Néstor tuvo la chance de ser el copiloto del marplatense en sus comienzos dentro del automovilismo zonal.

Los 3 suelen compartir largas jornadas en el taller del Ugalde Competición en Mar del Plata. Y allí, más allá de enfocarse en la participación dentro del Turismo Carretera con el Torino, encontraron una actividad que también los apasiona: la restauración de autos de carrera. Algunos de ellos, ligados directamente con la historia de la “máxima”.

Así fue que adquirieron el Chevrolet original con el que Francisco Espinosa se consagró campeón del TC en la temporada 1979/’80. Es nada menos que la primera Chevy que logró 1 título en la categoría. Tiempo después, compraron otro Chevrolet original: el de Jorge Reymonte. Un expiloto de la “máxima” que, además, es el sobrino del legendario Juan Manuel Fangio.

 

 

Un día les conté a mis primos que mi sueño era tener un auto de TC. Ahí fue que Lisandro se embaló y habló con Jorge Reymonte. En un principio no se quería desprender del auto, pero después entablaron una linda relación y se lo vendió, contó Néstor. 

La Chevy de Reymonte llegó al taller de los Ugalde tal cual la había dejado después de disputar su última carrera en la “máxima” en 1995. “La Chevy tiene todo absolutamente original. Así como Jorge la guardó en su taller. Así que lo único que hay que hacerle es un repaso general. El motor original está en un taller de Tandil, una vez que esté listo, se arma todo”, detalló.

La idea de los Ugalde es conservarla en el taller junto al Chevrolet de Espinosa y otros autos, por ejemplo el Ford con el que Lionel alcanzó el subcampeonato en 2011. El Falcon fue restaurado por completo luego del fuertísimo accidente que sufrió durante una carrera en Neuquén en la temporada 2013.

Para nosotros todos los autos son importantes y forman parte de la historia del TC, del primero al último. Porque aquellos que tuvieron la suerte de pelear adelante tienen el mismo mérito de aquel que nunca logró trascender, pero que le puso el mismo amor y empeño para estar en una grilla. Eso ya es todo un mérito, cerró Amorena.

 

 

Fuente: SoloTC

 

 

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