La Asociación Autódromo comenzó con la construcción de los paredones externos en el sector de la “olla”. La idea es finalizar el circuito chico y luego continuar con el resto del predio.

 

 

Las obras en el autódromo de Balcarce no se detienen. Por estos días, comenzaron con la construcción de los paredones externos en la zona de la “olla” hasta la salida del puente. Forma parte de una de las modificaciones que pidió la FIA para que el circuito sea homologado bajo las normas de la Federación Internacional del Automóvil.

Estamos muy contentos porque los trabajos siguen en marcha. La idea es poder finalizar las obras en el circuito chico y después seguir con el grande. Iremos analizando con Sergio Salazar (NdeR: ingeniero a cargo de las reformas que diseñó los autódromo de Termas de Río Hondo y San Nicolás) la continuidad de las reformas. Queremos que participen la CDA del ACA y la ACTC para analizarlo entre todos y buscar qué es lo más conveniente, expresó Mario Alberghini, presidente de la Asociación Autódromo.

El “entubamiento” del circuito, la colocación de guardrail en el sector interno, la modificación de la curva que está debajo del puente y la mejora de las vías de escape forman parte de los trabajos imprescindibles que necesita el autódromo de Balcarce para volver a recuperar la actividad de las categorías nacionales que no corren allí desde el trágico domingo 13 de noviembre del 2011 cuando falleció Guido. En abril del 2019 se disputó una competencia de CARX Rallycross en el circuito chico.

 

VISITA DE LA ACTC

 

 

Hugo Mazzacane visitó el trazado en junio del 2019 para observar las obras que se estaban realizando. Por entonces, el actual presidente de la ACTC afirmó que el Turismo Carretera solo podría analizar volver a correr en este circuito “cuando se hagan las obras y la FIA las apruebe. En ese caso es probable que volvamos”.

Balcarce es uno de los autódromos más tradicionales de la Argentina. El TC corrió por primera vez allí el 19 de agosto de 1984 con victoria de Oscar Castellano (Dodge) y desde ese momento disputó un total de 48 competencias que lo convierten en el 2° circuito que más veces recibió a la “máxima” después del “Juan y Oscar Gálvez” de Buenos Aires (172 veces).

A excepción del 2003, La Barrosa contó con al menos 1 carrera en el calendario hasta el trágico domingo de noviembre y el de Agustín Canapino durante los entrenamientos del viernes (se quedó sin frenos en la curva 1 a más de 250 km/h y cayó afuera del circuito sin consecuencias físicas). Inmediatamente quedó desafectado por el ACA y, en consecuencia, por la ACTC.

 

 

Fuente: Solo TC