Tras un fuerte golpe corriendo en TSC, se bajó de los autos de carrera. Alejado de las pistas, comenzó a disfrutar de nuevas experiencias como viajar. Pero el automovilismo está en el ADN de Mauro Roberto Orsatti, y es por eso que las posibilidades de retorno son cada vez más concretas.

 

Si hablamos de apellidos ilustres en el automovilismo tandilense, es imposible no mencionar a “los Orsatti”. Con el gran Aldo a la cabeza, la familia serrana es una leyenda permanente del deporte motor en toda la región. El ‘Mago’, fue campeón de TC del 40, y corrió durante muchos años en Turismo Carretera. Luego pasó al TC Pista, y tuvo destacadísimas actuaciones en la categoría. En tanto, que su hijo, Mauro, también cosechó lauros importantísimos en el automovilismo deportivo.
Sus inicios fueron como acompañante de su padre, en el TC Pista, sobre aquella legendaria Dodge. Posteriormente debutó en la Promocional 850 del Atlántico, categoría que lo tuvo como un referente notable. Realizó buenas competencias durante los años 2002 y 2003, y en 2004, pudo quedarse con la corona de la divisional, peleando con protagonistas de relieve como Gabriel Castejón, Juan Pablo Brut, Juan Marcelo Campos y Adrián Ruggeri, entre otros.
En 2005, se subió a un Chevrolet recordado por su hermosa presentación, e inició su periplo en el Turismo Special de la Costa. Corrió allí varios años, peleando los lugares de vanguardia en la competitiva divisional.
Los buenos resultados en la categoría de la Frad. Mar y Sierras, incentivaron al talentoso volante serrano y a su grupo de tareas, a incursionar en el automovilismo nacional. Fue así que llegó al TC Pista Mouras en el año 2010. Luego, volvió al TSC y un ‘palo grande’ en el autódromo de Mar del Plata, complicaron las chances de continuidad, y el tandilense se bajó de los autos de carrera.
A casi diez años de eso, la posibilidad de retorno aparece en el horizonte de Mauro Orsatti. Vértigo Motorsport, dialogó con el campeón 2004 de la Promo, quien recordó su paso en el TCPM, y analizó la posibilidad de una vuelta a las pistas.
“Nuestra última temporada en el automovilismo fue en 2010. Con muchísimo esfuerzo, llegamos a competir en TC Pista Mouras. Corrimos tres carreras, dos en el autódromo Roberto Mouras de La Plata, y una en Olavarría. Tuvimos buenos resultados parciales, y en una de las carreras llegamos sextos, pero fue muy difícil poder continuar”.
Orsatti corrió en la categoría de la ACTC, con un Ford del Mar del Plata Motorsport, asistido por Juan Carlos Papovich y motorizado por Pablo Costanzo. Lamentablemente, y como ha sucedido con varios pilotos de renombre del automovilismo zonal, las complicaciones para reunir el presupuesto le jugaron una mala pasada a Mauro, y tuvo que abandonar el TC Pista Mouras.
Con el amargo sabor de no poder continuar, el piloto de Tandil, retornó al Turismo Special de la Costa. “Corrimos dos carreras más en 2010, dentro del TSC. La última fue en Mar del Plata, donde tuvimos un accidente. Ahí se desarmó el auto por completo. Y un poco por el cansancio, y otro poco por la desilución de no poder estar presente en TC Pista Mouras, dejamos de correr. Después de eso, sólo hicimos algunas carreras de invitados en Mar y Sierras B, y en la Promo del Atlántico”.
A partir de allí, Orsatti se alejó de los fierros y los autódromos. Nuevas compañías, desafíos y aventuras aparecieron en su camino. “Hace más de siete años estoy en pareja con Daiana. Cuando la conocí, ella estaba viviendo seis meses acá y seis meses en Francia. De ahí surgió la posibilidad de viajar, y la verdad es que me encanta. He viajado mucho y pude conocer muchísimos lugares. Me voló la cabeza, me hace muy bien. Cada vez que vuelvo, estoy pensando como hacer para volver a hacer otro viaje. Mientras pueda, quiero seguir disfrutando de eso”.
En la actualidad, Mauro sigue ligado a los deportes: “Juego al fútbol, juego al padel. Hago gimnasia todos los días”. Y de alguna manera, mantiene la conexión con el automovilismo: “Actualmente, miro las carreras por tele, eso sí, cada vez menos. Me gusta el TN, y también me gusta el Turismo Carretera, aunque no tiene que ver con el TC de antes, las carreras son bastante aburridas”.
Pero, como dicen en una reconocida película argentina: ‘Un hombre puede cambiar de todo, pero hay una cosa que no puede cambiar, no puede cambiar de pasión’. Y el automovilismo, es una pasión para ‘los Orsatti’. Por eso, la posibilidad de una vuelta se ha comenzado a barajar.
“Hoy por hoy, se está arreglando el auto (el Chevrolet de TSC). Estuvo mucho tiempo parado. La intención es que quede listo o en condiciones para ponerlo en pista. Esa es la idea principal. Existe siempre la posibilidad de volver, porque es algo que lo llevo adentro y que me gusta. En su momento dije que no iba a volver a correr más, pero eso hoy puede cambiar. Los planes son que el auto esté listo para fin de año, porque la idea sería correr algunas carreras el año que viene, y después ver”.
La familia Orsatti se ha destacado no sólo por los buenos resultados, sino por la cantidad de gente que la sigue en el automovilismo, y a Mauro le entusiasma poder reunir al grupo de vuelta. “A mi viejo le debo todo. El ‘Mago’ es un fenómeno, todo el mundo lo quiere, y tenía un grupo grande y bárbaro a su lado. Cuando me tocó correr a mi, pude heredar eso. Me ilusiona pensar que a la hora de volver a correr, esa gente estaría de vuelta con nosotros”.
Por estos días, la Chevy se encuentra nuevamente en los talleres de calle Laprida. Y el retorno del otrora campeón de la Promocional 850 del Atlántico al TSC es una posibilidad cierta. El destino dirá…

 

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