Corre nafta por sus venas. Es un pura sangre de nuestro automovilismo zonal. De pura cepa. Vivió toda la etapa de la categoría Monomarca Fiat fundamentalmente. Su padre, Guillermo y su tio, Oscar, se brindaron por cada auto que atendieron de la especialidad.
Alejandro heredo toda esa pasión, y con la mayoría de edad se incorporo con un Fiat Uno y en pleno ascenso, llegó la maldita pandemía que impide arrancar el campeonato zonal.
Sin embargo, no es óbice, para que su Fiat ya este terminado, ploteado con el apoyo de Julio de Haime, la flamante mecánica del destacado motorista y piloto, Juan Carlos "Talo" Fernández, y como siempre, el profesionalismo de Tin Zapata en la chapa y pintura.
 
 
 

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