Hizo un pacto con la supervivencia deportiva, es un pura sangre. Hoy renovó la mente a la "vieja" vida, y la mente es un filtro: querer es poder. Hoy, Christian Ledesma sabe que vale la pena esperar, porque nunca se rindió. En otra actuación superlativa, fué segundo en duelo de campeones y corrió a lo campeón. Los grandes siempre están. La historia lo pone en el pedestal del automovilismo marplatense, al "flaco" más ganador. Los años pasan. El talento no se pierde cuando las ganas y el sueño está intacto. En la vida, uno encuentra lo que está buscando. Si te levantas buscando esperanza vas a encontrar esperanza. Una vez más Mar del Plata vuelve a vivir un domingo a lo Ledesma. Ese pibe, hoy un hombre que siempre vivió con sus sueños. Nunca se conformó hasta que lo bueno fué mejor y lo mejor, excelente. Dicen que lo original vale más que una copia. En San Nicolás, con ese brillante segundo lugar en la competencia de Turismo de Carretera, volvió como el lo dijo el Ledesma "original"..."volví a ser yo". Nada para agregar. Un optimista solo ve luz donde no la hay, el pesimista, corre a apagarla. Un nuevo podio. Una copa esperada. Sin lluvia no tendríamos vida Si querés el arco iris, hay que aguantar la lluvia. Grande "flaco". La República del automovilismo está féliz. El pueblo de Mar del Plata, te dice GRACIAS.