El Turismo Carretera es un fenómeno popular que supera al automovilismo nacional. Se trata de la categoría más antigua del país y del mundo, según el Guinness World Records. La figura de sus autos es un tema sagrado para el público a pesar de que son cuatro modelos que hoy cobran vida siendo prototipos. En un futuro los responsables de la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC) apuntan a que las carrocerías de los Ford, Chevrolet, Dodge y Torino cuenten con parte de su fisonomía original. Esto es incluir en la trompa la parrilla de frente y ópticas, pero solo a modo estético.

 

La tradición hizo que en oportunidades el público se resistiera al cambio. Alcanza con recordar los piedrazos que recibió en 1965 el "Chevitu" de Jorge Cupeiro porque ganaba carreras y atentaba contra las clásicas cupecitas. Era el revolucionario Chevrolet Nova II de dos puertas que José Froilán González importó de los Estados Unidos con el objetivo de empezar a modernizar el parque. Aquel auto, que fue pionero de los llamados "medianos" (por su tamaño), le peleó el título a Dante Emiliozzi (cuatro veces campeón) quien manejaba la "Galera", con su hermano Torcuato como acompañante. Hoy esa cupé Ford, que tuvo el primer motor V8 con válvulas y árbol de levas a la cabeza en el planeta, descansa en el museo dedicado a los "Gringos" de Olavarría.

Fue duro dejar atrás a los coches que fundaron al TC. Una metamorfosis que incluyó a los sport prototipos, que al poco tiempo tuvieron su propia y efímera categoría (1969-1972). Mientras que los modelos que siguieron al Chevitu fueron los que hoy identifican a la especialidad, pero que desde hace décadas no se fabrican en el país: el Ford Falcon, en 1991; el Chevrolet Chevy, en 1978; la cupé Dodge GTX, en 1978 y el Torino, en todas sus versiones, en 1982. Es decir, que la gente sigue a los mismos coches más allá de las modificaciones que han tenido en su carrocería con la aerodinámica, medidas de seguridad, como los pontones (protecciones laterales), y gomas cada vez más anchas. Lo propio con otras variantes técnicas, por caso el motor, que desde 2015 emplea uno de 24 válvulas que reemplazó al histórico varillero de seis cilindros en línea. Éste fue la segunda gran novedad técnica que hubo en los últimos años luego del reemplazo de las cupecitas.

Es tan arraigada la cultura por este tipo de coches que una noche de verano de 1978 no se vio con buenos ojos la irrupción triunfal de un Dodge 1500 conducido por José Miguel Pontoriero, en una de las recordadas carreras para no ganadores en Buenos Aires. Los entonces dirigentes de la ACTC no dieron lugar a la continuidad de los "compactos", como se los conocía a esos autos, y que al año siguiente derivaron en el nacimiento de la otra categoría top del país, el TC 2000, hoy con el nombre de Súper TC 2000.

Con el correr de los años se especuló que estos cuatro modelos debían reemplazarse. Que había que modernizarse. Pero a medida que pasó el tiempo esta clase de coches se hizo más fuerte y hoy parecen irremplazables a pesar de la opinión de Juan María Traverso (seis veces campeón de la categoría) quien propuso a los "Muscle Cars" americanos. "Cambiaría por los Ford Mustang, Chevrolet Camaro y Dodge Charger", planteó el Flaco a fines de marzo de 2019. Tras su opinión, en la carrera siguiente se hizo un relevamiento con el público y la respuesta de la mayoría fue mantener a los actuales autos.

Pero ¿qué lleva a un joven de 25 años o menos adorar a vehículos que no se fabrican hace décadas?, ¿por qué se identifican con autos cuya circulación en la calle es casi nula?, ¿cómo se convocan a 30.000 personas o más en casi todas las carreras? La respuesta está en la herencia familiar basada en el folclore "teceísta". Ese que es parte del gen fierrero de los argentinos. El tuerca ama al TC por su historia y se mantuvo a pesar de todas las vicisitudes que vivió el país desde el 5 de agosto de 1937, cuando se largó la primera carreras.

 

 

El proyecto de usar trompas con siluetas similares a los modelos originales en los autos de Turismo Carretera comenzó a tomar forma en pleno parate por la pandemia. En el taller de Walter Alifraco ya se trabaja en el prototipo del primer modelo de cara a su aprobación para el 2021 y en las próximas semanas esperan tenerlo listo. 

Este desarrollo también se lo comentó al titular de la Asociación Corredores de Turismo Carretera (ACTC), Hugo Mazzacane. "En su momento lo hablé cuando me preguntó y le comenté que es algo que estoy haciendo, y si da resultado lo usaremos, sino quedará ahí. Muchas veces, cosas que tienen que ver con Turismo Carretera no dan un buen resultado cuando es llevado a la práctica. Pienso que durante el receso estaríamos listos para los primeros ensayos, posiblemente después de enero ".

"Lo habíamos ensayado con un simulador de flujo de aire y dio resultado. Todo auto que es más frontal mejora la succión del que viene atrás, utilizando como una trompa como la original sin que haya diferencias entre los coches. Por las redes sociales veo muchas ideas. La gente pretende que se achique el neumático, algo que no es tan fácil porque los coches andan unos 50 Km/h más rápidos, y hay puntos que no se pueden tocar porque serían carísimas".

"Esto es posiblemente una opción no tan cara económicamente, tal vez mejore el sobrepaso, pero no como antes"

"Cada marca podrá mantener la carga en la parte baja de la trompa, y si alguna tiene un efecto diferente se podrá variar. Si una de las marcas necesita retocar eso, la prestación sería la misma, Es de rápida implementación porque está adaptado a las características de cada auto, utilizando el mismo canalizador que tienen actualmente".

"Puede que el coche que vaya adelante pierda una décima y el que lo sigue gane lo mismo o menos, lo cual ya sería lo suficiente para equiparar la línea de marcha uno del otro y ayude al sobrepaso. Hoy se da al revés. El auto de atrás pierde carga y en los curvones no avanza, debiendo ser muy superior al que va adelante para poder pasarlo, y la idea es que con las nuevas trompas tenga un efecto inverso".

Walter Alifraco además de ser director de su escuadra, también es miembro de la Comisión Directiva de la ACTC.

El prototipo comenzó a armarse con la base de una trompa actual del TC, sobre la que se injertó la parrilla delantera y la parte superior del capot. De esa manera manera se mantienen ciertas cargas, la zona del pasaruedas y la unión con el torpedo del auto.

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